La reflexión crítica que opera en torno al concepto de neobarroco recupera la categoría estética de lo sublime, expropiándola de los márgenes que ha ocupado en el pensamiento estético-filosófico de Occidente. Si bien se ha escrito bastante sobre la relación entre el barroco del siglo XVII y el neobarroco hispaoamericano, son pocos, sin embargo, los estudios que han abordado las afinidades entre el neobarroco (incluida su vertiente transplatina: el neobarroso) y la tradición estética de lo sublime. En la presente investigación, a partir de un recorrido minucioso e iluminador por obras de autores insoslayables (Foucault, Lyotard, Deleuze, Derrida, Sarduy, Echavarren), Marcos Wasem detecta dichas afinidades, las que serán luego aplicadas en su incisiva lectura de “Cadáveres”, de Néstor Perlongher, poema maldito -y por ello mismo, texto capital- de las letras latinoamericanas de las últimas décadas.